Unos 60 niños y niñas de las parroquias de la diócesis de Segorbe-Castellón participaron el pasado sábado en el Encuentro de Monaguillos que organizó la Delegación de Pastoral Vocacional en el Mater Dei, con el objetivo de dar a conocer el Seminario diocesano, a los seminaristas y también de buscar el encuentro entre todos aquellos que ayudan a los sacerdotes en las celebraciones religiosas. Además, de presentar distintas vocaciones de la Iglesia y profundizar en ellas.
Los participantes, venidos de Castellón, la Vall d´Uixó, Nules, les Useres, l´Alcora, Villahermosa, Benafigos, Almassora, Betxí y Onda comenzaron la jornada presentándose uno por uno. Después, disfrutaron en una ginkana que les descubrió todas las dependencias del Seminario.
La mañana concluyó con una eucaristía que presidió el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente. Durante la celebración, el prelado tuvo palabras cariñosas con todos los monaguillos a quienes invitó a "compartir la alegría de sabernos todos llamados por el Señor". Además, como un signo profundo de comunión con todos los niños se acercó para darles personalmente la paz.
Bajo el lema Servid al Señor con alegría, los participantes tuvieron también la oportunidad de conocerse, de divertirse y de jugar, sin olvidar la oración y el aprender cosas sobre Jesús. Además, recordaron la figura de Santo Domingo Savio, el patrono de los monaguillos, que según explicó uno de los colaboradores en el encuentro "escuchó de muy joven la voz de Jesús que le llamaba y se puso a servirle". Una misión que fue corroborada por los niños a través de la proyección de unas imágenes en el salón de actos del Seminario. Unos magos se encargaron de poner la nota de humor a la jornada y hacer participar con sus trucos a los más pequeños.
El obispo de la diócesis puso el punto final al encuentro remarcando la importancia de ser monaguillo, como una labor en favor de las parroquias y animó a los niños a "seguir al Señor sirviendo a la Iglesia".
Por otra parte, el delegado de Pastoral Vocacional de Segorbe-Castellón, Javier Aparici, destacó esta jornada "como un encuentro muy positivo, que se hará todos los años si es posible en septiembre para garantizar una mayor participación". Y concluyó que "nuestra vida es un servicio, un encuentro con el Resucitado y por eso, también nosotros, desde nuestras vocaciones podemos ayudar a los demás, siempre y por encima de todo con alegría". Antes de regresar a sus respectivas poblaciones todos recibieron el Boletín de Monaguillos.
Los participantes, venidos de Castellón, la Vall d´Uixó, Nules, les Useres, l´Alcora, Villahermosa, Benafigos, Almassora, Betxí y Onda comenzaron la jornada presentándose uno por uno. Después, disfrutaron en una ginkana que les descubrió todas las dependencias del Seminario.
La mañana concluyó con una eucaristía que presidió el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente. Durante la celebración, el prelado tuvo palabras cariñosas con todos los monaguillos a quienes invitó a "compartir la alegría de sabernos todos llamados por el Señor". Además, como un signo profundo de comunión con todos los niños se acercó para darles personalmente la paz.
Bajo el lema Servid al Señor con alegría, los participantes tuvieron también la oportunidad de conocerse, de divertirse y de jugar, sin olvidar la oración y el aprender cosas sobre Jesús. Además, recordaron la figura de Santo Domingo Savio, el patrono de los monaguillos, que según explicó uno de los colaboradores en el encuentro "escuchó de muy joven la voz de Jesús que le llamaba y se puso a servirle". Una misión que fue corroborada por los niños a través de la proyección de unas imágenes en el salón de actos del Seminario. Unos magos se encargaron de poner la nota de humor a la jornada y hacer participar con sus trucos a los más pequeños.
El obispo de la diócesis puso el punto final al encuentro remarcando la importancia de ser monaguillo, como una labor en favor de las parroquias y animó a los niños a "seguir al Señor sirviendo a la Iglesia".
Por otra parte, el delegado de Pastoral Vocacional de Segorbe-Castellón, Javier Aparici, destacó esta jornada "como un encuentro muy positivo, que se hará todos los años si es posible en septiembre para garantizar una mayor participación". Y concluyó que "nuestra vida es un servicio, un encuentro con el Resucitado y por eso, también nosotros, desde nuestras vocaciones podemos ayudar a los demás, siempre y por encima de todo con alegría". Antes de regresar a sus respectivas poblaciones todos recibieron el Boletín de Monaguillos.