Un volteo general de campanas, a las ocho de la mañana, anunciaba en la jornada de anteayer la festividad en honor al Santíssim Crist del Calvari en Figueroles. Una celebración religiosa entorno al misterio de la Cruz que convoca, cada año, a todos los figueroleros y a quienes acuden a la cita procedentes desde localidades vecinas.
A las doce del mediodía tuvo lugar en la iglesia parroquial una solemne eucaristía en la que predicó el administrador parroquial de Figueroles, mosén Juan Eugenio Blay, y en la que concelebraron diversos sacerdotes. Y como es costumbre, también acudieron los niños y niñas que el domingo pasado recibieron la primera comunión. Encabezando la corporación se encontraban el alcalde, Luis Gregori; y el edil de Fiestas, Óscar Escrig.
Por la noche, hubo una multitudinaria procesión que traslada la imagen del Cristo desde la iglesia hasta la Ermita del Calvario. Cientos de personas arroparon en su recorrido al Santíssim Crist del Calvari. A la llegada al recinto sagrado, los presentes entonaron los gozos y se disparó un castillo de fuegos artificiales. Después, la procesión regresó al templo y el Cristo fue venerado.
Por segundo año, Margarita Ribés llevó uno de los cordones de la imagen que tradicionalmente porta el juez de paz. Las celebraciones continuaron, al día siguiente, con la fiesta de la Dobla del Crist y una misa en el Calvario. (Fotos: Paco Negre)
A las doce del mediodía tuvo lugar en la iglesia parroquial una solemne eucaristía en la que predicó el administrador parroquial de Figueroles, mosén Juan Eugenio Blay, y en la que concelebraron diversos sacerdotes. Y como es costumbre, también acudieron los niños y niñas que el domingo pasado recibieron la primera comunión. Encabezando la corporación se encontraban el alcalde, Luis Gregori; y el edil de Fiestas, Óscar Escrig.
Por la noche, hubo una multitudinaria procesión que traslada la imagen del Cristo desde la iglesia hasta la Ermita del Calvario. Cientos de personas arroparon en su recorrido al Santíssim Crist del Calvari. A la llegada al recinto sagrado, los presentes entonaron los gozos y se disparó un castillo de fuegos artificiales. Después, la procesión regresó al templo y el Cristo fue venerado.
Por segundo año, Margarita Ribés llevó uno de los cordones de la imagen que tradicionalmente porta el juez de paz. Las celebraciones continuaron, al día siguiente, con la fiesta de la Dobla del Crist y una misa en el Calvario. (Fotos: Paco Negre)