P.-¿Cuándo comenzasteis tu y tu hermano a ser “Los Morancos”? y ¿En qué momento se inaugura vuestra andadura profesional en el mundo del humor?
R.-Fue en el año 1979. En el siglo pasado, que se dice ya. Y fue en un pub de Sevilla –indica Jorge- porque César trabajó allí como cantador flamenco para una hermandad que se llamaba “La hermandad de los Javieres”. César era conocido como el “Rubichi de Triana” y un par de meses después fui yo a verlo y me metí por medio haciendo proselitismo mormón. Fíjate tú como fue la historia. Una apuesta que me hizo.
P.- ¿Estaba ya en vuestros genes el género del espectáculo y de la farándula? O tal vez, ¿fue algo surgido de la nada?
R.- En el género del espectáculo nunca hay nada. Eso sale de momento. Además, siempre existe un gusanillo con respecto a este mundillo que te mueve. Siempre hemos sido muy festeros en casa y nos han gustado mucho las fiestas. Pero una cuestión era el gustarte la fiesta y otra el poder trabajar de eso. Por ejemplo, mi pensamiento –dice Jorge – era ser veterinario, que no tenía nada que ver con esto. Y mira por donde, al final, faranduleros.
R.- Nunca tuvimos que censurarnos. Todo era propicio. Y la gente siempre tiene ganas de reírse. Por ejemplo, nosotros realizábamos una parodia de su Santidad el Papa, que no era nada irreverente, y la gente la acogió con cariño. Uno de nosotros aparecía vestido del Papa Wojtyła y el otro preguntaba: “¿Cómo está su Santidad?” Y el que protagonizaba al Papa respondía: “Hoy no estoy muy católico, no me encuentro muy bien”. Era una pincelada en el teatro. Con esa parodia tan corta y tan pequeña la gente se lo pasó en grande. El público no se ha sentido mal de nuestras parodias. Y somos conscientes, con respecto a la anécdota que acabamos de contar, que este país nuestro es muy católico. Por eso nosotros realizamos historias que sabemos no van a sentar mal al público.
P.- ¿Os “coronasteis” como humoristas gracias a alguna intervención o actuación destacada? O ¿Sois de los que han llegado a “bautizarse por tener un buen padrino”?
R.- Pues sí. Nos “coronamos” porque realizamos una magnífica actuación en el programa de TVE, “Viva 85”, cantando flamenco en inglés. Y con esa actuación nos quedamos con todo este país. No sabía la gente que éramos nosotros de Sevilla. Como no nos conocía nadie nos colamos en TVE, en un programa a las doce y media de la noche. Que entonces lo veía todo el mundo porque únicamente existían dos cadenas. Después, hemos estado mucho tiempo en TVE trabajando. Hemos montado programas como “Omaita” (2001), “Entre Morancos y Omaítas”(1997). En fin, un montón de parodias y de historias. Pero, jamás nos “bautizamos por tener un buen padrino”. Aunque tuvimos la suerte de que nos viera un señor –llamado Paco- al que le gustábamos mucho. Y fue en un homenaje que le dedicaron a Rocío Jurado, en su Chipiona natal, en el que le entregaron la medalla de su pueblo. Nosotros fuimos allí y nos quedamos con todo el mundo. Eso nos dio pie a que pasáramos al programa de “Viva 85”.
P.- ¿A qué se debe principalmente la fama alcanzada progresivamente por vuestro dueto humorístico -considerado actualmente uno de los mejores de España-?
R.- Creemos que la explicación está en que somos muy populares. Nosotros no buscamos otra cosa más que realizar actuaciones en las que la gente no se quiebre la cabeza a la hora de pensar. Que sean muy entendibles. Realizamos un humor del pueblo y no somos más que lo que somos: humoristas del pueblo. Y estamos muy identificados con esa historia. Después, pueden decir que nos travestimos mucho en las parodias pero parodiamos a todos y creemos que el sentido del humor lo hemos de tener con todo. El otro día –dice Jorge- estaba con mi hermano Diego que está pasando un mal momento y ha estado ingresado en la UCI, y cuando empezó a espabilar allí estábamos dándole caña para que estuviera arriba. Lo que queremos decir es que hay reírse. Y hay que saber hacerlo de uno mismo pero siempre desde el respeto. Es decir, nosotros nunca nos vamos a reír de algo o de alguien. No vamos a reírnos para ridiculizar algo. Comenzamos siempre por reírnos de nosotros mismos.
P.- ¿Han implantado “Los Morancos” un estilo propio y exclusivo de humor?
R.- Eso si se lo podemos decir. “Los Morancos” no es que hayamos implantado un tipo de risa. Lo que si tenemos es nuestro propio estilo. Cuando tú oyes que se habla de “Los Morancos” ya identificas rápidamente quienes son. Lo lógico es tener un sello propio, claro que sí.
P.- ¿El humorista bebe ser necesariamente crítico o podemos concebir una risa con tapujos?
R.- También. Por qué, no. El humor está abierto a todo. Hasta el humor negro, está también bien. Se puede hacer todo tipo de humor. Lo que hay que saber es aceptar las cosas con humor.
P.- Estamos acostumbrados a que aparezcáis siempre en las galas de fin de año de televisión. En esta ocasión no ha sido así. ¿Qué ha pasado en este final del 2008?
R.- Este año no hubo gala de fin de año en televisión porque estamos bailando mucho en “Mira quien baila” y nos han dicho que hay que descansar un poquito. Así que lo disfrutamos en familia y a partir de este mes de enero seguiremos con el programa y después nos vamos a realizar otra vez el “Tu sí que vales”, que nos han propuesto, de nuevo. Además, hay buena disposición para grabar varios programas de televisión. Existen varios proyectos que no se por donde vamos a tirar. Pero lo que sí podemos decir es que tenemos muchas ganas de hacer cosas.
P.- ¿Qué os pasa por la cabeza cuando parodiáis o imitáis a alguno de los personajes famosos?
R.- Nos reímos mucho. La verdad es que ahora mismo no estamos imitando a tanto personaje famoso. Estamos más parodiándonos a nosotros mismos y las cosas que vivimos nosotros. No estamos pasando ese momento de parodiar a famosos. Tiene todo su momento y si hay algún personaje que vemos que nos gusta y se puede parodiar. Ahí que lo haremos. Seguro.
P.- Para inventar hace falta ser creativo. Y el humor precisa de ese rasgo. ¿Creéis que es fácil llegar al corazón del público? ¿Cómo os lo ideáis para soltar la carcajada de la gente?
R.- Pues, porque somos muy queridos. Y como le hemos dicho anteriormente porque no buscamos otra cosa que el hacer las cosas más sencillas porque así es como se ríe la gente. No hay que pensar. Cuando tu dices “es mejor el que hace pensar que el que no hace pensar”. Pues no es siempre así. Si no tienes que pensar en momentos en que no quieres hacerlo, todavía mejor. Hay 24 horas del día para hacer de todo: ocho para descansar, ocho para trabajar y otras ocho para hacer tus cosas.
P.- Se os conoce como a dos hermanos, que son dos personajes, que a la vez son amigos y artistas. ¿Cómo lo conseguís? ¿Es fácil?
R.- Es fácil porque nosotros somos seis hermanos y tenemos muy buen rollo entre nosotros mismos. No hay más que ver que incluso de vacaciones vamos todos juntos. Y entre nosotros dos pues estupendamente por muchas razones.
P.- ¿Qué ofrecéis en el espectáculo “Más Morancos que nunca” en el que estás trabajando actualmente por varias capitales de España?
R.- En dos horas de espectáculo realizamos una peculiar revisión del mundo que nos rodea. Queremos que la gente se olvide así de la crisis que nos afecta. Ofrecemos una actuación trabajada donde también invitamos a la improvisación y al diálogo con el público.
P.- ¿Habéis actuado en diversas ocasiones en la ciudad de Castellón? ¿Cómo os trata el público?
R.- Fuimos hace unos meses a Castellón pero parece ser que no se hizo la publicidad adecuada porque no encontramos el lleno que esperábamos. No sabemos si por cuestiones políticas o por cualquier otra cuestión pero no llenamos el Teatro Principal como nos hubiera gustado. No obstante, hacía más de veinte años que no pisábamos los escenarios de Castellón. Y simplemente añadir que tenemos muchos amigos en Castellón, en Valencia y también en Alicante. (Fotos: Sergio Rodilla)