Un fin de semana cargado de tradición y religiosidad para festejar al santo eremita, patrón de los animales. Hogueras, reparto de prims i rotllos, bendición de los animales, y devoción fueron las notas dominantes de un fin de semana marcado por la festividad de Sant Antoni. Como cada año los vecinos de Villahermosa del Río llevaron al santo en procesión hasta la ermita, ubicada en las afueras del municipio -primera imagen superior-, aunque antes las mujeres y los quintos amasaron las tortas en el horno del municipio -segunda imagen superior-. La matxà y el reparto del prim en Llucena congregaron a numerosos vecinos y visitantes -segunda foto inferior/Jose Luis Aparici-. Y en Figueroles los vecinos del barrio del Ravalet fueron los clavarios de esta edición, donde los caballos y los jinetes vestidos de época medieval fueron lo más característico -primera foto inferior/ Ramón Bagán-.