Las almas de una etarra, un político y un drogadicto se encuentran en el purgatorio a la espera del juicio final. Sin embargo, lejos de temer al Todopoderoso se atreven a exigir al ángel -que les acoge- la presencia directa de Dios, así como el libro de reclamaciones, para hacerle saber que están muy decepcionados con Él. El ángel les hará caer en un sueño retrospectivo en el que cada personaje revivirá los momentos más importantes de su historia para mostrarles la esencia de la verdad y la vida. Así es la segunda novela –ya disponible en la librería Argot- que el escritor castellonense, Antonio Gargallo, presenta el viernes, 18 de junio del 2010, a las 19:30h, en la Casa de la Cultura de la capital de la Plana. Gargallo –que se estrenó ya con la obra “Tierra Fértil”- vuelve a sorprendernos con “Moviola de tres vidas truncadas”, que permite al lector sumergirse apasionadamente en su lectura, buceando con los protagonistas en un mundo deshumanizado donde su autor se atreve a lanzar un mensaje revolucionario y a la vez sensato. En definitiva, el escritor Antonio Gargallo quiere poner entre las cuerdas a una sociedad que se ha olvidado de la dignidad del hombre –en un sistema corrompido por políticos que ha creado sus propias víctimas-.
P.- ¿Cómo surge la iniciativa de escribir su segunda novela? ¿En que se inspiró en el momento de crearla?
R.- La inspiración me vino a raíz de un comentario que hizo una amiga mía que decía: “Yo no sé si Dios existe o es un cuento, pero si existe te aseguro que, en cuanto me muera y lo vea, lo primero que voy a hacer es pedirle el libro de reclamaciones”. Ese comentario me ayudó a establecer un escenario con tres personajes que representan los principales problemas con los que nos enfrentamos en la actualidad, y los cuales he querido abordar desde una perspectiva muy distinta a la que actualmente estamos acostumbrados. Al ser una idea original y tras realizar un exhaustivo trabajo de investigación, me decanté por escribir y forjar a "Moviola de tres vidas truncadas"; labor que ha sido fructífera ya que la editorial Sepha ha apostado fuerte realizando una tirada nacional.
P.- Su obra trata tres temas bastante complejos y delicados: nacionalismo, corrupción y drogas. ¿De que forma se abordan en el libro? ¿Por qué estos temas y no otros?
R.- Sólo hay que encender la televisión o leer las noticias para ver que el mundo está un poco loco y que de seguir así acabaremos cargándonos el planeta y la propia dignidad del hombre. Es por ello, que he considerado oportuno seleccionar los temas más preocupantes y correosos: terrorismo, corrupción política y drogas.
La ideología convertida en fundamentalismo es un arma de destrucción masiva, no sólo de vidas, sino de conciencias, ya que el nacionalista jamás será feliz, porque tiene demasiado odio hacia aquellos que tienen un pensar distinto al suyo propio. Para mí las fronteras están en la mente, ya que son un invento del hombre, no de la naturaleza.
Respecto a la corrupción política, estoy cansado de escuchar a políticos buhoneros y vende humos que intentan manipularnos constantemente. No importa el partido político que gobierne, pues los sueldos desproporcionados que reciben, las pensiones vitalicias, los despilfarros y el mamoneo, lo tienen todos en común. Aún no he conocido a ningún partido político que decida romper con toda esa serie de privilegios exacerbados. Cuando hay que aplicar recortes los sufrimos todos menos ellos, que viven al margen de los problemas del pueblo.
En relación a las drogas, es uno de los mayores cánceres para los jóvenes, que entran en ella sin darse cuenta y sin ser conscientes de lo que supone. Por ello, he querido echar una mano al respecto con mi novela, que puede conseguir que muchos jóvenes se lo piensen dos veces antes de entrar en ese pecaminoso camino.
P.- ¿Qué persigue con el mensaje revolucionario y a la vez sensato que quiere transmitir?
R.- Persigo el mismo objetivo que muchos otros hombres han intentado: concienciar al mundo de la importancia de la vida y la paz, donde el ser humano es lo más importante y no el dinero, que no es más que el cebo por el cual se está librando una lucha desalmada que actúa como un terremoto: ¡dejando miles de ataúdes a su paso! Al entrar en ese camino pecaminoso de consumismo y competitividad, nos olvidamos de la esencia de los hombres, dejando de luchar por adquirir un desarrollo personal que nos permita vivir colmados del mayor tesoro de la humanidad: la paz interior; porque perseguimos lo opuesto a la esencia del ser humano: el poder, el dinero, el prestigio y el orgullo.
P.- ¿Por qué cree que se están encargando ejemplares desde países como Colombia, Estados Unidos, Argentina o Méjico?
R.- Supongo que la temática de la novela y los primeros testimonios recibidos han permitido ese salto del trasatlántico. Pero la originalidad no está en la temática, sino en la trama, la cual consigue despertar todos los sentidos del lector, envolviéndolo de tal forma que le permite experimentar, junto con los protagonistas, cada una de las escenas como si se hallase presente en las mismas. Es una novela muy dinámica, capaz de mantenernos en vilo durante toda la historia y, a su vez, instruirnos; ya que introduzco datos culturales que el lector capta sin apenas darse cuenta. Asimismo, es una novela que nos invita a la reflexión, consiguiendo remover un sinfín de sentimientos y emociones que no dejan indiferente al lector, lo que favorece el mejor sistema publicitario al que un escritor puede aspirar: el boca a boca.
P.- ¿Cómo surge la iniciativa de escribir su segunda novela? ¿En que se inspiró en el momento de crearla?
R.- La inspiración me vino a raíz de un comentario que hizo una amiga mía que decía: “Yo no sé si Dios existe o es un cuento, pero si existe te aseguro que, en cuanto me muera y lo vea, lo primero que voy a hacer es pedirle el libro de reclamaciones”. Ese comentario me ayudó a establecer un escenario con tres personajes que representan los principales problemas con los que nos enfrentamos en la actualidad, y los cuales he querido abordar desde una perspectiva muy distinta a la que actualmente estamos acostumbrados. Al ser una idea original y tras realizar un exhaustivo trabajo de investigación, me decanté por escribir y forjar a "Moviola de tres vidas truncadas"; labor que ha sido fructífera ya que la editorial Sepha ha apostado fuerte realizando una tirada nacional.
P.- Su obra trata tres temas bastante complejos y delicados: nacionalismo, corrupción y drogas. ¿De que forma se abordan en el libro? ¿Por qué estos temas y no otros?
R.- Sólo hay que encender la televisión o leer las noticias para ver que el mundo está un poco loco y que de seguir así acabaremos cargándonos el planeta y la propia dignidad del hombre. Es por ello, que he considerado oportuno seleccionar los temas más preocupantes y correosos: terrorismo, corrupción política y drogas.
La ideología convertida en fundamentalismo es un arma de destrucción masiva, no sólo de vidas, sino de conciencias, ya que el nacionalista jamás será feliz, porque tiene demasiado odio hacia aquellos que tienen un pensar distinto al suyo propio. Para mí las fronteras están en la mente, ya que son un invento del hombre, no de la naturaleza.
Respecto a la corrupción política, estoy cansado de escuchar a políticos buhoneros y vende humos que intentan manipularnos constantemente. No importa el partido político que gobierne, pues los sueldos desproporcionados que reciben, las pensiones vitalicias, los despilfarros y el mamoneo, lo tienen todos en común. Aún no he conocido a ningún partido político que decida romper con toda esa serie de privilegios exacerbados. Cuando hay que aplicar recortes los sufrimos todos menos ellos, que viven al margen de los problemas del pueblo.
En relación a las drogas, es uno de los mayores cánceres para los jóvenes, que entran en ella sin darse cuenta y sin ser conscientes de lo que supone. Por ello, he querido echar una mano al respecto con mi novela, que puede conseguir que muchos jóvenes se lo piensen dos veces antes de entrar en ese pecaminoso camino.
P.- ¿Qué persigue con el mensaje revolucionario y a la vez sensato que quiere transmitir?
R.- Persigo el mismo objetivo que muchos otros hombres han intentado: concienciar al mundo de la importancia de la vida y la paz, donde el ser humano es lo más importante y no el dinero, que no es más que el cebo por el cual se está librando una lucha desalmada que actúa como un terremoto: ¡dejando miles de ataúdes a su paso! Al entrar en ese camino pecaminoso de consumismo y competitividad, nos olvidamos de la esencia de los hombres, dejando de luchar por adquirir un desarrollo personal que nos permita vivir colmados del mayor tesoro de la humanidad: la paz interior; porque perseguimos lo opuesto a la esencia del ser humano: el poder, el dinero, el prestigio y el orgullo.
P.- ¿Por qué cree que se están encargando ejemplares desde países como Colombia, Estados Unidos, Argentina o Méjico?
R.- Supongo que la temática de la novela y los primeros testimonios recibidos han permitido ese salto del trasatlántico. Pero la originalidad no está en la temática, sino en la trama, la cual consigue despertar todos los sentidos del lector, envolviéndolo de tal forma que le permite experimentar, junto con los protagonistas, cada una de las escenas como si se hallase presente en las mismas. Es una novela muy dinámica, capaz de mantenernos en vilo durante toda la historia y, a su vez, instruirnos; ya que introduzco datos culturales que el lector capta sin apenas darse cuenta. Asimismo, es una novela que nos invita a la reflexión, consiguiendo remover un sinfín de sentimientos y emociones que no dejan indiferente al lector, lo que favorece el mejor sistema publicitario al que un escritor puede aspirar: el boca a boca.