España es la campeona del mundo de fútbol. Y no es que lo diga yo porque entienda de este deporte. Sino porque después de tanta presión mediática, tanta conversación en el ámbito colectivo y tanta bandera... te das cuenta de que lo importante es lo que distrae, divierte y alegra. Sí, el fútbol. Un deporte que me deja en desconcierto. Nunca había pensado que tenía tantos adeptos y de tantas edades distintas. En fin, que con todo este bullicio se encuentra uno con la obligación de estar un poquito al día. Por lo de no ser anormal entre los miles y miles de fanáticos. Nunca pensé que llegaría a ver un partido completo. Lo hice con muchas preguntas y pocas respuestas. Sin embargo, llegué a entender que aquello no era limpio. Nunca había visto tanta violencia en un juego de pelota (cuantas patadas, insultos,...). Hasta me puse isterico, sin entender algunas de las reacciones del arbitro y de nuestros rivales. En fin... que hemos ganado. Y si algo queda claro, con más o menos afición, es que ya tenemos todos o casi todos los premios en el deporte español. Poco queda por vivir y celebrar, en primera persona. Porque los triunfos que vengan habrán sido ya vividos con anterioridad. Y como homenaje final, estas fotos -para mí significativas-. El portero más mundial del mundo: Iker Casillas. Otro de los grandes: el tenista Rafa Nadal. Y nuestra querida Reina, Doña Sofía. 
