Lugar y año de nacimiento: El Toboso (Toledo), 1950.
Estudios: Estudió periodismo en la Escuela Oficial de la Iglesia de Madrid. Posteriormente se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense.
Estudios: Estudió periodismo en la Escuela Oficial de la Iglesia de Madrid. Posteriormente se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense.
Labor: Trabajó en "El Correo de Andalucía" e ingresó por oposición en RNE en 1975. Fue editor del "Diario de la Tarde" y corresponsal diplomático. En 1987 se incorporó a TVE.
Ocupación actual: Corresponsal en París.
Ocupación actual: Corresponsal en París.
En la Rue Courcelles, en pleno centro de París, uno de los periodistas más veteranos de TVE, Ángel Gómez Fuentes, cuenta en exclusiva para Mediterráneo, sus más de 30 años de labor como comunicador de la Radio y la Televisión Pública Española. Una televisión que conmemora durante este año el 50 aniversario de su nacimiento.
Su amplia trayectoria como corresponsal en Londres, Nueva York, Italia y actualmente en París, lo convierten en un profesional sin precedentes que ha aparecido más de una vez en las pantallas de nuestros hogares. Un currículum más que amplio de acontecimientos y vivencias: conoció de cerca la repercusión de la crisis de Irak y la Guerra del Golfo. Su experiencia americana estuvo marcada, por la llegada de Bill Clinton a la Casa Blanca y durante su permanencia en la corresponsalía de Roma, realizó más de medio centenar de viajes con el Papa Juan Pablo II, visitando más de 100 países. Además, en su historia como corresponsal del Vaticano destaca la retransmisión en directo de la muerte del Papa, por la cual recibió el Premio Bravo, concedido por la Conferencia Episcopal Española. Un reconocimiento que le destaca como único periodista merecedor de este galardón en dos ocasiones.
-Cuéntenos como comenzó su carrera profesional en esta Televisión y en esta Radio pública.
-Empecé en Radio Nacional con una oposición en el año 1975. Estuve como redactor, y también como enviado especial. Fui corresponsal diplomático, dirigí un programa de reportajes, y un diario hablado: El Diario de la Tarde. Mi labor de corresponsal se centró en Paris, Londres y Nueva York. Posteriormente, en el año 1.987 comencé mi trayectoria en Televisión Española, trabajando como corresponsal en Roma. Volví a Nueva York, donde estuve hasta 1995, año en que regresé a Roma. Y desde el 1 de marzo de este mismo año dirijo la corresponsalía de TVE en París.
-¿Es TVE un referente a nivel nacional?
-Creo que Televisión Española es un referente para nuestra nación, dentro del concierto de las televisiones europeas. Pero al margen de ser una referencia importante, dentro de nuestras televisiones nacionales, lo es también en Latinoamérica, especialmente por medio de su canal Internacional y 24 horas. Y tiene una relevancia importante, a veces superior, a la que dentro de España uno se pueda imaginar.
-¿Es cierto que la televisión pública cuenta con una de las mejores coberturas de corresponsales?
-Sí, hasta ahora ha sido así. Dentro de Televisión Española los informativos se han considerado siempre como “buque insignia” y han tenido una influencia fundamental para ser esa televisión de referencia. Además, buena prueba de ello es que siempre que sucede cualquier acontecimiento importante los ciudadanos saben que conectarse con TVE es una garantía porque tiene profesionales que dan credibilidad y que ofrecen la información con un criterio que en general tiene una gran aceptación por parte de la audiencia.
-Con la celebración del 50 Aniversario de TVE se producen nuevos cambios ¿Afectan a los corresponsales? ¿Le influyen a usted?
-Seguramente afecten pero creo que no en gran medida. Es decir, probablemente se reduzca el número de las corresponsalías y luego también se cambien algunos periodistas por cuestión de edad. Sin embargo, es importante recordar que la figura de esos trabajadores siempre estará en la empresa. No olvidemos que Televisión Española tiene muy buenos profesionales, y se intentará que los cambios y la transición que se va a producir no se noten demasiado. De todas formas, es una pérdida notable para TVE deshacerse, por cuestiones de edad, de muy buenos periodistas. TVE siempre ha sido una escuela de profesionales para otras televisiones, y por citar un ejemplo me limitaré a los de Matías Prats o Pedro Piqueras. Curiosamente, si estos dos excelentes profesionales, que gozan además de gran credibilidad, estuvieran en TVE se verían también afectados por el ERE. Es obvio que esto no tiene ningún sentido.
Conozco muy bien televisiones de otros países, especialmente las públicas, y en todas ellas se ha mantenido en pantalla a sus profesionales hasta la edad de jubilación, los 65 años, o incluso más allá. Y esto se hace no solo en Europa, sino también en Estados Unidos, donde algo saben de televisión y de audiencias. Y esto se hace por dos motivos: por una parte, para dar imagen de credibilidad; y por otra, porque se han hecho encuestas en las que se demuestra que la audiencia aprecia seguir viendo caras o profesionales que les ofrecen una garantía y credibilidad. Y en una época en la que las audiencias se están fragmentando tanto, los directivos de las más importantes televisiones en todo el mundo mantienen la imagen y las caras de sus profesionales porque son la referencia más importante con que cuentan esas cadenas. En TVE se hace todo lo contrario. Es una locura
En cuanto a mi situación personal, yo intento hacer mi trabajo diario. Siempre me preocupo por mi labor y procuro vivir el presente. Nunca hecho la vista atrás. Me gusta ir siempre “ligero de equipaje”. Desde luego he acumulado durante estos años muchas cosas: la fundamental, una familia. Me ha dado tiempo también a cargar con bastantes libros. Pero a pesar de todas las acumulaciones me gusta estar “ligero de equipaje”. Y por tanto estar disponible para cualquier tipo de cambio y así no llevarme mucha sorpresa cuando me tenga que adaptar a cualquier cambio.
-¿Ha habido cambios sustanciales durante todo este tiempo de imágenes?
-Indudablemente que la televisión ha evolucionado muchísimo a todos los niveles. Hoy se está muy pendiente de lo que hacen las otras cadenas, de la audiencia,... Por ejemplo, en los informativos que es lo que más conozco porque son mi labor principal, hemos pasado a contar la actualidad con más rapidez. Antes una crónica se podía hacer en dos minutos, hoy tienes que reducirla a un minuto y pocos segundos más. Ahora es imprescindible mantener la atención del espectador. Y todo unido condiciona los formatos, la forma de hacer televisión. También hoy la audiencia está mucho más fragmentada. Antes los ciudadanos se reunían para ver los mismos programas en familia. Hoy, eso es difícil, porque cada uno quiere ver una cosa. Y además, también ha llegado la preocupación por Internet. Así que eso también condiciona mucho a la hora de programar los cambios. Todas las televisiones han cambiado y van a seguir haciéndolo.
-¿Es TVE un medio de todos o únicamente de los políticos?
-Desde luego existe la preocupación de que sea la televisión de todos y por eso los trabajadores nos esforzamos y estamos en esa línea. Se podrá a veces tener más o menos fortuna, pero nosotros los trabajadores luchamos para que sea una televisión pública que responda precisamente a ese lema de “la televisión de todos”.
-Con sus 31 años de periodismo no faltaran entrevistas con personajes conocidos...
-Es verdad. Pero por encima de todas, sin duda alguna, Juan Pablo II. Tuve incluso el honor de hacerle una entrevista de unos 12 minutos para un programa que yo preparaba para Documentos TV. Desde luego ha sido la personalidad con gran diferencia que más me ha impactado en todos los sentidos. También en estos largos años de periodista he tenido la oportunidad de hacer muchas entrevistas a todo tipo de personajes, tanto a líderes políticos internacionales -como Bil Clinton, Al Gore- como a todo tipo de gente del mundo de la cultura, del deporte o del espectáculo. Son cientos y cientos de personajes y celebridades. La lista sería interminable.
-¿Ha dudado alguna vez durante su vida profesional de ser periodista?
-Evidentemente siempre hay momentos delicados. Por mi propia forma de ser tiendo a ser optimista y ver el vaso medio lleno o intento esforzarme en los momentos más delicados para verlo así. Y eso me hace ver la realidad con un espíritu más positivo en la vida. Esta profesión siempre me ha apasionado, y nunca he tenido la duda de decir que me he equivocado de oficio. Además, me considero incluso un afortunado en poder hacer lo que hago porque me gusta.
-¿Recuerda alguna situación de verdadero peligro en tu trabajo?
-Bueno sí, alguna. La más delicada fue en Albania. Había una situación casi de guerra civil muy tensa y delicada donde los cuarteles eran asaltados. No existía prácticamente autoridad en las calles y entonces asistimos precisamente a uno de los asaltos de un cuartel. Cuando ya nos marchábamos, entre ese constante tiroteo que se percibía, una bala perforó el capó del coche que nos llevaba a Jesús Mata, un cámara extraordinario de TVE, a su ayudante, y a mi. Cayó justamente a medio metro del asiento donde yo estaba como copiloto. Es realmente una de esas situaciones comprometidas en las que te sientes afortunado al salir ileso. Pero digamos que las situaciones más difíciles que haya podido tener nunca me han condicionado.
-¿Cómo compagina su amplia vida profesional con su vida personal?
-A veces se hace un poco difícil porque sobre todo los hijos se resienten. Recuerdo ahora cuando ocurrió todo el proceso de la enfermedad y muerte de Juan Pablo II, y después la elección del nuevo Papa. Yo llegaba a casa generalmente a las 2 o las 3 de la madrugada y me tenía que levantar a las 5 de la mañana. No veía a la familia y mis hijos a los que acostumbraba a llevar al colegio eso lo resintieron.
Digamos que intentas compensarlo con el tiempo que tienes la oportunidad de estar con ellos. En esa medida yo intento buscar no tanto la cantidad como la calidad de vivir esos momentos con la familia. Y me doy cuenta de la importancia de esas horas que paso con ellos. Para mí es muy importante la familia y creo que incluso en esa ausencia se puede también estar presente. Que todos te vean presente aunque estés fuera: esas llamadas continuas, esa preocupación por lo que estén haciendo… Eso es importante y he intentado siempre compaginarlo.
- ¿Se equipara el concepto de información al de verdad?
-No solamente no está reñido sino que tiene que buscar precisamente que la información responda a la verdad en todos los sentidos. Yo he tenido siempre como referencia ese lema de Juan Pablo II: “La verdad os hará libres”. El buscar esa verdad es un esfuerzo que yo lo he vivido. Los que hemos trabajado en la televisión pública nos hemos esforzado siempre en responder a ese criterio de objetividad y de verdad. Indudablemente ha podido en distintas épocas haber algunos condicionamientos de tipo político -porque el gobierno de turno ha intentado tener su influencia más o menos fuerte en la televisión pública- pero por lo que se refiere a los trabajadores siempre se han esforzado por responder a esa información objetiva, plural y que respondiera a la verdad. El poder siempre ha intentado condicionar a la televisión pública, pero yo creo que cada vez se ha ido produciendo en menor medida.
(Entrevista publicada en el Periódico Mediterráneo -en versión reducida-, el martes 26 de diciembre del 2006)Su amplia trayectoria como corresponsal en Londres, Nueva York, Italia y actualmente en París, lo convierten en un profesional sin precedentes que ha aparecido más de una vez en las pantallas de nuestros hogares. Un currículum más que amplio de acontecimientos y vivencias: conoció de cerca la repercusión de la crisis de Irak y la Guerra del Golfo. Su experiencia americana estuvo marcada, por la llegada de Bill Clinton a la Casa Blanca y durante su permanencia en la corresponsalía de Roma, realizó más de medio centenar de viajes con el Papa Juan Pablo II, visitando más de 100 países. Además, en su historia como corresponsal del Vaticano destaca la retransmisión en directo de la muerte del Papa, por la cual recibió el Premio Bravo, concedido por la Conferencia Episcopal Española. Un reconocimiento que le destaca como único periodista merecedor de este galardón en dos ocasiones.
-Cuéntenos como comenzó su carrera profesional en esta Televisión y en esta Radio pública.
-Empecé en Radio Nacional con una oposición en el año 1975. Estuve como redactor, y también como enviado especial. Fui corresponsal diplomático, dirigí un programa de reportajes, y un diario hablado: El Diario de la Tarde. Mi labor de corresponsal se centró en Paris, Londres y Nueva York. Posteriormente, en el año 1.987 comencé mi trayectoria en Televisión Española, trabajando como corresponsal en Roma. Volví a Nueva York, donde estuve hasta 1995, año en que regresé a Roma. Y desde el 1 de marzo de este mismo año dirijo la corresponsalía de TVE en París.
-¿Es TVE un referente a nivel nacional?
-Creo que Televisión Española es un referente para nuestra nación, dentro del concierto de las televisiones europeas. Pero al margen de ser una referencia importante, dentro de nuestras televisiones nacionales, lo es también en Latinoamérica, especialmente por medio de su canal Internacional y 24 horas. Y tiene una relevancia importante, a veces superior, a la que dentro de España uno se pueda imaginar.
-¿Es cierto que la televisión pública cuenta con una de las mejores coberturas de corresponsales?
-Sí, hasta ahora ha sido así. Dentro de Televisión Española los informativos se han considerado siempre como “buque insignia” y han tenido una influencia fundamental para ser esa televisión de referencia. Además, buena prueba de ello es que siempre que sucede cualquier acontecimiento importante los ciudadanos saben que conectarse con TVE es una garantía porque tiene profesionales que dan credibilidad y que ofrecen la información con un criterio que en general tiene una gran aceptación por parte de la audiencia.
-Con la celebración del 50 Aniversario de TVE se producen nuevos cambios ¿Afectan a los corresponsales? ¿Le influyen a usted?
-Seguramente afecten pero creo que no en gran medida. Es decir, probablemente se reduzca el número de las corresponsalías y luego también se cambien algunos periodistas por cuestión de edad. Sin embargo, es importante recordar que la figura de esos trabajadores siempre estará en la empresa. No olvidemos que Televisión Española tiene muy buenos profesionales, y se intentará que los cambios y la transición que se va a producir no se noten demasiado. De todas formas, es una pérdida notable para TVE deshacerse, por cuestiones de edad, de muy buenos periodistas. TVE siempre ha sido una escuela de profesionales para otras televisiones, y por citar un ejemplo me limitaré a los de Matías Prats o Pedro Piqueras. Curiosamente, si estos dos excelentes profesionales, que gozan además de gran credibilidad, estuvieran en TVE se verían también afectados por el ERE. Es obvio que esto no tiene ningún sentido.
Conozco muy bien televisiones de otros países, especialmente las públicas, y en todas ellas se ha mantenido en pantalla a sus profesionales hasta la edad de jubilación, los 65 años, o incluso más allá. Y esto se hace no solo en Europa, sino también en Estados Unidos, donde algo saben de televisión y de audiencias. Y esto se hace por dos motivos: por una parte, para dar imagen de credibilidad; y por otra, porque se han hecho encuestas en las que se demuestra que la audiencia aprecia seguir viendo caras o profesionales que les ofrecen una garantía y credibilidad. Y en una época en la que las audiencias se están fragmentando tanto, los directivos de las más importantes televisiones en todo el mundo mantienen la imagen y las caras de sus profesionales porque son la referencia más importante con que cuentan esas cadenas. En TVE se hace todo lo contrario. Es una locura
En cuanto a mi situación personal, yo intento hacer mi trabajo diario. Siempre me preocupo por mi labor y procuro vivir el presente. Nunca hecho la vista atrás. Me gusta ir siempre “ligero de equipaje”. Desde luego he acumulado durante estos años muchas cosas: la fundamental, una familia. Me ha dado tiempo también a cargar con bastantes libros. Pero a pesar de todas las acumulaciones me gusta estar “ligero de equipaje”. Y por tanto estar disponible para cualquier tipo de cambio y así no llevarme mucha sorpresa cuando me tenga que adaptar a cualquier cambio.
-¿Ha habido cambios sustanciales durante todo este tiempo de imágenes?
-Indudablemente que la televisión ha evolucionado muchísimo a todos los niveles. Hoy se está muy pendiente de lo que hacen las otras cadenas, de la audiencia,... Por ejemplo, en los informativos que es lo que más conozco porque son mi labor principal, hemos pasado a contar la actualidad con más rapidez. Antes una crónica se podía hacer en dos minutos, hoy tienes que reducirla a un minuto y pocos segundos más. Ahora es imprescindible mantener la atención del espectador. Y todo unido condiciona los formatos, la forma de hacer televisión. También hoy la audiencia está mucho más fragmentada. Antes los ciudadanos se reunían para ver los mismos programas en familia. Hoy, eso es difícil, porque cada uno quiere ver una cosa. Y además, también ha llegado la preocupación por Internet. Así que eso también condiciona mucho a la hora de programar los cambios. Todas las televisiones han cambiado y van a seguir haciéndolo.
-¿Es TVE un medio de todos o únicamente de los políticos?
-Desde luego existe la preocupación de que sea la televisión de todos y por eso los trabajadores nos esforzamos y estamos en esa línea. Se podrá a veces tener más o menos fortuna, pero nosotros los trabajadores luchamos para que sea una televisión pública que responda precisamente a ese lema de “la televisión de todos”.
-Con sus 31 años de periodismo no faltaran entrevistas con personajes conocidos...
-Es verdad. Pero por encima de todas, sin duda alguna, Juan Pablo II. Tuve incluso el honor de hacerle una entrevista de unos 12 minutos para un programa que yo preparaba para Documentos TV. Desde luego ha sido la personalidad con gran diferencia que más me ha impactado en todos los sentidos. También en estos largos años de periodista he tenido la oportunidad de hacer muchas entrevistas a todo tipo de personajes, tanto a líderes políticos internacionales -como Bil Clinton, Al Gore- como a todo tipo de gente del mundo de la cultura, del deporte o del espectáculo. Son cientos y cientos de personajes y celebridades. La lista sería interminable.
-¿Ha dudado alguna vez durante su vida profesional de ser periodista?
-Evidentemente siempre hay momentos delicados. Por mi propia forma de ser tiendo a ser optimista y ver el vaso medio lleno o intento esforzarme en los momentos más delicados para verlo así. Y eso me hace ver la realidad con un espíritu más positivo en la vida. Esta profesión siempre me ha apasionado, y nunca he tenido la duda de decir que me he equivocado de oficio. Además, me considero incluso un afortunado en poder hacer lo que hago porque me gusta.
-¿Recuerda alguna situación de verdadero peligro en tu trabajo?
-Bueno sí, alguna. La más delicada fue en Albania. Había una situación casi de guerra civil muy tensa y delicada donde los cuarteles eran asaltados. No existía prácticamente autoridad en las calles y entonces asistimos precisamente a uno de los asaltos de un cuartel. Cuando ya nos marchábamos, entre ese constante tiroteo que se percibía, una bala perforó el capó del coche que nos llevaba a Jesús Mata, un cámara extraordinario de TVE, a su ayudante, y a mi. Cayó justamente a medio metro del asiento donde yo estaba como copiloto. Es realmente una de esas situaciones comprometidas en las que te sientes afortunado al salir ileso. Pero digamos que las situaciones más difíciles que haya podido tener nunca me han condicionado.
-¿Cómo compagina su amplia vida profesional con su vida personal?
-A veces se hace un poco difícil porque sobre todo los hijos se resienten. Recuerdo ahora cuando ocurrió todo el proceso de la enfermedad y muerte de Juan Pablo II, y después la elección del nuevo Papa. Yo llegaba a casa generalmente a las 2 o las 3 de la madrugada y me tenía que levantar a las 5 de la mañana. No veía a la familia y mis hijos a los que acostumbraba a llevar al colegio eso lo resintieron.
Digamos que intentas compensarlo con el tiempo que tienes la oportunidad de estar con ellos. En esa medida yo intento buscar no tanto la cantidad como la calidad de vivir esos momentos con la familia. Y me doy cuenta de la importancia de esas horas que paso con ellos. Para mí es muy importante la familia y creo que incluso en esa ausencia se puede también estar presente. Que todos te vean presente aunque estés fuera: esas llamadas continuas, esa preocupación por lo que estén haciendo… Eso es importante y he intentado siempre compaginarlo.
- ¿Se equipara el concepto de información al de verdad?
-No solamente no está reñido sino que tiene que buscar precisamente que la información responda a la verdad en todos los sentidos. Yo he tenido siempre como referencia ese lema de Juan Pablo II: “La verdad os hará libres”. El buscar esa verdad es un esfuerzo que yo lo he vivido. Los que hemos trabajado en la televisión pública nos hemos esforzado siempre en responder a ese criterio de objetividad y de verdad. Indudablemente ha podido en distintas épocas haber algunos condicionamientos de tipo político -porque el gobierno de turno ha intentado tener su influencia más o menos fuerte en la televisión pública- pero por lo que se refiere a los trabajadores siempre se han esforzado por responder a esa información objetiva, plural y que respondiera a la verdad. El poder siempre ha intentado condicionar a la televisión pública, pero yo creo que cada vez se ha ido produciendo en menor medida.