Los vecinos de Villahermosa del Río y Castillo de Villamalefa se han solidarizado con los afectados por el terremoto de Haití, aportando más de 4.000 euros para ayudar en la reconstrucción del país. Una cantidad que ha surgido de la colaboración de los habitantes, de las asociaciones y de las parroquias. De esta forma, las iglesias de ambas poblaciones han aportado un donativo, de los fondos disponibles de la cuenta de Cáritas Parroquial, y el resto de los donativos han sido efectuados por las propias familias.
Los sacerdotes encargados de las dos parroquias, Constantino Bou y Héctor Gozalbo, señalan que "hemos de concienciarnos ante hechos tan graves y solidarizarnos con aquellos que lo pasan mal". Por eso, concluyen, "es importante que colaboremos contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades, para que otros puedan resurgir y mejorar sus condiciones, que en ocasiones son de total precariedad".
Sin duda, en Villahermosa del Río las asociaciones locales de mujeres, vecinos y de jubilados en colaboración con la parroquia organizaron la cena benéfica del hambre. Pan, tomate y sal conformaron el sencillo menú preparado para la ocasión. Además, durante la velada tuvo lugar un mercadillo tradicional de objetos y la rifa de diversos regalos. Al final de la noche, se consiguieron recaudar un total de 1.100 euros. Una cantidad que unida a los donativos supera ya los más de 4.000 euros. En definitiva, una clara lección solidaria que han mostrado estas dos pequeñas poblaciones del interior de Castellón.
Los sacerdotes encargados de las dos parroquias, Constantino Bou y Héctor Gozalbo, señalan que "hemos de concienciarnos ante hechos tan graves y solidarizarnos con aquellos que lo pasan mal". Por eso, concluyen, "es importante que colaboremos contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades, para que otros puedan resurgir y mejorar sus condiciones, que en ocasiones son de total precariedad".
Sin duda, en Villahermosa del Río las asociaciones locales de mujeres, vecinos y de jubilados en colaboración con la parroquia organizaron la cena benéfica del hambre. Pan, tomate y sal conformaron el sencillo menú preparado para la ocasión. Además, durante la velada tuvo lugar un mercadillo tradicional de objetos y la rifa de diversos regalos. Al final de la noche, se consiguieron recaudar un total de 1.100 euros. Una cantidad que unida a los donativos supera ya los más de 4.000 euros. En definitiva, una clara lección solidaria que han mostrado estas dos pequeñas poblaciones del interior de Castellón.