Los sacerdotes encargados de las dos parroquias, Constantino Bou y Héctor Gozalbo, señalan que "hemos de concienciarnos ante hechos tan graves y solidarizarnos con aquellos que lo pasan mal". Por eso, concluyen, "es importante que colaboremos contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades, para que otros puedan resurgir y mejorar sus condiciones, que en ocasiones son de total precariedad".
Sin duda, en Villahermosa del Río las asociaciones locales de mujeres, vecinos y de jubilados en colaboración con la parroquia organizaron la cena benéfica del hambre. Pan, tomate y sal conformaron el sencillo menú preparado para la ocasión. Además, durante la velada tuvo lugar un mercadillo tradicional de objetos y la rifa de diversos regalos. Al final de la noche, se consiguieron recaudar un total de 1.100 euros. Una cantidad que unida a los donativos supera ya los más de 4.000 euros. En definitiva, una clara lección solidaria que han mostrado estas dos pequeñas poblaciones del interior de Castellón.