Los vecinos de Figueroles trasladaron el domingo día 25 de abril del 2010, en procesión, la restaurada imagen del Cristo desde la parroquia hasta la ermita del Calvario. Para así depositar en su habitual emplazamiento la imagen del crucificado que desde 1.940 ocupa este sagrado recinto, ubicado a las afueras de la población. Una imagen que sustituye a la antigua que fue destruida en la persecución religiosa del 1936 y a la que los figueroleros veneran con mucha devoción.
En mayo del pasado año 2009 se cumplieron 375 años de la devoción que los vecinos profesan al Cristo del Calvario y con motivo de esta efeméride la imagen salió por primera vez de la ermita para bajar a la población, donde permaneció durante una semana en la iglesia. Parroquia, ayuntamiento y asociaciones locales se volcaron en una semana repleta de actos para conmemorar esta importante visita. Por eso, un año después, el párroco de Figueroles, José Manuel Beltrán, observó la necesidad de restaurar la talla del Cristo, de madera policromada, obra del conocido escultor valenciano José María Ponsoda.
En mayo del pasado año 2009 se cumplieron 375 años de la devoción que los vecinos profesan al Cristo del Calvario y con motivo de esta efeméride la imagen salió por primera vez de la ermita para bajar a la población, donde permaneció durante una semana en la iglesia. Parroquia, ayuntamiento y asociaciones locales se volcaron en una semana repleta de actos para conmemorar esta importante visita. Por eso, un año después, el párroco de Figueroles, José Manuel Beltrán, observó la necesidad de restaurar la talla del Cristo, de madera policromada, obra del conocido escultor valenciano José María Ponsoda.
Eliminación de repintes
La restauración de la imagen de 98 cm x 82 cm –sin la madera de la cruz- ha sido necesaria por la suciedad que tenía adherida por el paso del tiempo. Así como por la oxidación de los barnices de protección que habían degenerado en un ennegrecimiento de la policromía. Además, los movimientos naturales de la madera habían hecho aparecer grietas en las juntas y puntuales faltas en la volumetría (en las puntas de los dedos). El restaurador alcorino Francesc Chiva –que ha llevado a cabo la mejora de la imagen- señala que “en un determinado momento sufrió una intervención desafortunada con aplicación de esmalte sintético en el paño y en la cruz, así como repintes puntuales en la carnadura y, especialmente, en los hilos de sangre”. “El proceso de restauración ha comprendido la limpieza, eliminación de repintes y barnices, encolado y sellado de grietas, la recuperación volumétrica de faltantes, la reintegración cromática y un barnizado de protección final”, concluye Chiva. Así mismo, en la cruz se ha realizado un temple negro con enmarcado de oro fino dorado al agua.
Cabe destacar que los gastos de recuperación de la imagen han sido abonados íntegramente por un vecino de Figueroles que ha querido permanecer en el anonimato y que gustosamente –como acción de gracias- ha ofrecido al Cristo.
La restauración de la imagen de 98 cm x 82 cm –sin la madera de la cruz- ha sido necesaria por la suciedad que tenía adherida por el paso del tiempo. Así como por la oxidación de los barnices de protección que habían degenerado en un ennegrecimiento de la policromía. Además, los movimientos naturales de la madera habían hecho aparecer grietas en las juntas y puntuales faltas en la volumetría (en las puntas de los dedos). El restaurador alcorino Francesc Chiva –que ha llevado a cabo la mejora de la imagen- señala que “en un determinado momento sufrió una intervención desafortunada con aplicación de esmalte sintético en el paño y en la cruz, así como repintes puntuales en la carnadura y, especialmente, en los hilos de sangre”. “El proceso de restauración ha comprendido la limpieza, eliminación de repintes y barnices, encolado y sellado de grietas, la recuperación volumétrica de faltantes, la reintegración cromática y un barnizado de protección final”, concluye Chiva. Así mismo, en la cruz se ha realizado un temple negro con enmarcado de oro fino dorado al agua.
Cabe destacar que los gastos de recuperación de la imagen han sido abonados íntegramente por un vecino de Figueroles que ha querido permanecer en el anonimato y que gustosamente –como acción de gracias- ha ofrecido al Cristo.