domingo, 29 de mayo de 2011
Los momentos se pasan... quiero aprovechar y no dejar de amar
Nieves Herrero, en el magacine "Te doy la tarde" de 13 tv

viernes, 27 de mayo de 2011
Cáritas diocesana fue galardonada en la I edición de los premios "COPE Castellón"
jueves, 26 de mayo de 2011
Gregori apuesta en Figueroles por crear ocupación y no endeudarse

lunes, 23 de mayo de 2011
Hoy, entrevista con los cantantes Cristian y Roberto (Doctor Alegría), en Radio 9

Hoy, entrevista en Radio 9 con la periodista Paloma Gómez Borrero (en directo, desde Roma)


"Ser cristiano supone llevar un gran tesoro". Homilía en la fiesta de la patrona de Almassora, Santa Quiteria

Queridos hermanos sacerdotes:
En especial, a Joaquín –rector de esta iglesia de Almassora-, a quien agradezco la invitación que me ofreció para compartir con vosotros esta festividad; a Javier Aparici –vicario Episcopal de Pastoral-, Corporación Municipal, encabezada por su alcalde Vicente Casanova; hermanos y hermanas, fieles todos en el Señor.
Me gustaría comenzar esta homilía con una pregunta dirigida, personalmente, a cada uno de los aquí presentes:
Posiblemente, dependiendo de lo que nos toque vivir o sufrir en cada momento, la respuesta sería distinta. Podría ser una contestación relacionada con el amor, la salud, el trabajo, el dinero, los amigos, la familia,… Pero eso no sería suficiente. Habría que saber distinguir entre esa buena noticia –que nos alegraría el día- y esa otra -que nos cambiaría la vida-. Y es, precisamente, esta segunda, la opción que eligió Santa Quiteria en su historia personal. La de elegir la noticia que cambió su vida por entero y que la convirtió en modelo de entrega, de generosidad, y de probada paciencia. Y, sobre todo, en ejemplo de santidad. Pero ¿cuál fue esa noticia que transformó el rumbo de su historia, por ejemplo, ante los proyectos de matrimonio que diseñaba para ella su familia? La respuesta es evidente: la Resurrección de Cristo. La Pascua. La celebración que enmarca hoy la festividad de vuestra patrona.
Sólo después de haber gustado interiormente el efecto de este acontecimiento de la historia puede uno cambiar muchas realidades de su vida. Una fuerte experiencia de fe y de oración hace resplandecer, y contagiar la alegría de una vida en Cristo. Lo hemos escuchado en la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios: “Creí, por eso hable”. Es decir, aquello en lo que creo y da sentido a mi vida no puede ser vacilante, ni tambaleante. Sino convincente y coherente. Mis labios deben rebosar de aquello que goza mi corazón. Tengo que hablar de lo que vivo en mi vida. Como dice el Apóstol “estad siempre dispuestos a dar razón de vuestra esperanza a todo el que os pida explicaciones” (1Pe 3, 15).
Así pasa también en la vida cristiana. Lo hemos escuchado: “Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes; llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal”. Es evidente que no se trata de amar el sufrimiento por el sufrimiento. Pero se trata de aceptarlo, de entenderlo para imitar a Jesús. Cuando hoy el mundo y la sociedad nos enseñan a enmascarar, a tapar, y a ocultar la angustia y la muerte. Jesús nos recuerda “cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde: encontraréis vuestro respiro, pues mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
El Evangelio de Cristo es “gloria” y “luz” pero también “sacrificio” y “cruz” (como la propia vida). Y debemos tener claro que no puede haber Resurrección si antes no hemos pasado por la Crucifixión. Una idea que tuvieron clara los discípulos del Señor y tantos y tantos santos a lo largo de la historia de la Iglesia.
Ser cristiano supone llevar un gran tesoro. Que podemos malgastar, perder, ni siquiera utilizar, esconder o regalar. De nosotros dependerá lo que hagamos con él.
Los santos fueron portadores de este gran tesoro, conscientes de que lo llevaban “en vasijas de barro” para que se viera que una fuerza tan extraordinaria era de Dios y no provenía de ellos. Es decir, en medio de nuestra fragilidad, de nuestra condición mortal y pecadora, de nuestros defectos, limitaciones,… podemos ser grandes mensajeros. Testimonios esperanzadores. Porque “en la fragilidad y debilidad del hombre se pone de manifiesto la fuerza de Dios”. Y así lo hemos comprobado en el Santoral Romano. Porque los santos no fueron superhombres, ni extraterrestres ni personas de otros planetas. Fueron como nosotros, con muchas virtudes y muchos defectos, pero como mensajeros del Evangelio y con sus limitaciones, sufrimientos, aparentes fracasos y su muerte física, fueron generadores de vida para sí mismos y para los demás.
Que tengamos claro que la evangelización y la misión se realizan por medio de testigos y estos no dan solamente testimonio con las palabras, sino también con la vida. Que no digan de los creyentes que somos hombres y mujeres de palabra pero la obra no aparece por ningún lado. Pascua es fiesta, pero sobre todo, tarea, camino, misión y lucha. Y digo lucha, porque lo bueno e importante de la vida siempre cuesta esfuerzo.
Que los demás crean por nuestra coherencia de vida y, que “la Palabra de Dios cunda y crezca”. Que la unidad fraterna posibilite nuestro trabajo. Y así, que el signo más creíble que surja de nosotros sea la caridad: la caridad hacia dentro y hacia fuera. Porque nadie da lo que no tiene. Y si tenemos paz interior regalaremos paz exterior.
Que Cristo, por intercesión de Santa Quiteria, nos ilumine hoy para que acertadamente elijamos a nuestros representantes políticos, buscando a aquellos que favorecen la concordia y el bien común. Y trabajan por el bienestar de todos.
Que el testimonio de martirio y santidad, de vuestra patrona, sirvan para que los fieles de Almassora puedan confesar la verdad que profesan cuando deban, como corresponda, ante quienes sea, y para decir lo que proceda. Sea o no del agrado de los que oyen o halague o no a los que escuchen. Porque creer bien y enmudecer no es posible. Y los que quieran armonizar el silencio con la fe sincera, pretenden un imposible.
Que siguiendo a Cristo que es “el camino y la verdad y la vida” podamos salir vencedores de los tormentos de esta vida y podamos alcanzar las glorias de la Eterna. Que así sea.
(Pronunciada por el Rvdo. Héctor Gozalbo, en la iglesia parroquial de la Natividad de Almassora, el domingo día 22 de mayo del 2011)
El robo de la Virgen de la Cueva Santa: resignación ante un acto de cobardía
sábado, 21 de mayo de 2011
miércoles, 18 de mayo de 2011
"La comunicación debe estar ligada a la humildad y a la prudencia". Entrevista con el periodista y presentador DAVID CANTERO
P.- Creo que la prudencia está bastante reñida con el periodismo y la información..
R.- El mundo del periodismo y de la comunicación está en plena revolución. Esto ha cambiado tanto, en los últimos años, que la gente que no lo conoce de cerca o desde dentro no lo puede imaginar. Esto se venía venir. Las nuevas tecnologías han aportado muchas facilidades al mundo del periodismo pero también han incorporado muchos inconvenientes, muchos peligros. Mucha facilidad para caer en la falta de rigor. Parece que es más fácil contar lo que sucede –de hecho, el mundo se ha globalizado y puedes estar conectado a Internet en cualquier lugar del mundo, que antes era impensable-. Pero el mundo del periodismo, corre el riesgo de caer en la falta de prudencia, en el dar noticias poco contrastadas, en la repetición, en el copiarnos unos a otros, en el acceder a Internet y que todos demos, prácticamente, la misma información. Antes, el periodista por narices era un profesional que tenía que indagar, documentarse mucho, buscar la información. Hoy, todo eso ha cambiado mucho y se corre el riesgo de caer en lo fácil. Todo periodista serio y amante de esta profesión intenta ser siempre lo más objetivo posible. Teniendo en cuenta que la objetividad total no existe y quien diga lo contrario está equivocado. Ah! Y no tirarte a la piscina si no estás muy seguro de lo que dices. Siempre se puede cometer algún error pero, en general, el periodismo debe ser riguroso y prudente.
P.- Como presentador de informativos ¿Goza de la libertad suficiente para transmitir la información ante miles de telespectadores?
R.- Sí, yo he tenido la enorme suerte en mi carrera profesional, de tener esa libertad. La tiranía del presentador de informativos ante las cámaras suele ser el tiempo, no la falta de libertad. Un informativo en televisión es un formato muy exigente, en el que el tiempo está medido. Y en el que no tienes todo el espacio del mundo para contar y, normalmente, no cabe todo lo que quieres decir en el tiempo del que dispones. La hora, pues, es el verdadero tirano en esta falta de libertad. Por lo que tienes que ser escueto. En televisión, no valen las florituras y el tiempo es el que manda. Yo desde que llegué a Telecinco me he sentido muy bien porque los límites los pongo yo, los pone mi sentido común, mi prudencia y mi profesionalidad. La falta de libertad, por fortuna, a mí nunca me ha afectado. He vivido tiempos difíciles, de manipulaciones. TVE era una empresa que estaba en manos del Gobierno de turno y siempre se notaba la línea editorial que querían seguir.
P.- Suele asociarse la figura de un periodista, con el crecimiento de la audiencia de una cadena. ¿Ha aumentado la fidelidad del público, en Telecinco, gracias a usted?
R.- Los presentadores y presentadoras somos el último eslabón de una cadena inmensa de profesionales que hacen posible los informativos en televisión -que es un programa muy complejo de elaborar y de lanzar al aire, en directo-. La presencia de una u otra persona aporta un tanto por ciento de audiencia pero no somos determinantes. Es verdad, que la gente se acostumbra a ti y te conviertes en una persona familiar. Los presentadores de informativos tenemos esa peculiaridad: somos profesionales que nos introducimos en la casa de la gente, a las tres o a las nueve, o por la mañana. Y terminan acostumbrándose a nosotros. Y así, te conviertes en alguien familiar, que te cuenta que ha sucedido, o qué va a suceder. Pero nuestra aportación a la audiencia es limitada. En la televisión privada, la lucha por la audiencia es mucho más dura que en la televisión pública, que ya tiene un perfil de gente fija. Y es verdad, que nuestra figura como presentadores influye en que tú le caigas mejor o peor a la gente. También cuenta tu trayectoria, honestidad y tranquilidad.
P.- Si tuviera la oportunidad de cambiar o añadir algo en la televisión ¿qué haría?
R.- La televisión está en un momento de shock, de convulsión tremenda. En los años 80 se elaboraba una televisión muy interesante. Era otra forma de hacer tele. Se fue diluyendo en los años 90, y con el nuevo milenio terminó de destruirse. Hoy en día la televisión está buscando qué formatos tocar. Y en esa locura para atraer a una audiencia, cada vez más fragmentada, intenta reinventarse. Hay programas más acertados y menos acertados. Se nos ha olvidado un poco esa magia de la televisión. Lo fascinante que es si la utilizamos bien. La tele tiene la magia y el poder de enviar imágenes y sonidos a cualquier parte del mundo. Está el eterno debate de quien manda. Creo que existen formatos que están condenados a desaparecer y otros que están por llegar. Y yo soy de ver poca televisión. Y mira que es curioso porque llevo muchos años ganándome la vida con esto.
P.- En ocasiones, cuesta mucho entender cómo se estructuran los medios. Es una pasión difícil de encajar.
R.- Evidentemente, la televisión es un mundo tan complejo que es difícil de entender. Yo, por fortuna, el 90% de mi carrera la he centrado en la información. Pero la televisión no acaba ahí. La televisión es entretenimiento, es espectáculo. La televisión es muchas cosas. Por un lado, piensas que está todo inventado, y por el otro ves que también existen muchas posibilidades. Aunque parezca que sí, no todo está inventado y es cada vez más difícil innovar. Hubo un momento en el que dejé de pretender entenderlo todo. Ahora vivo el día a día e intento hacer bien lo que me toca hacer y procuro vivir, en este medio, con dignidad. Todos podemos caer en momentos de error o duda pero creo que la dignidad es algo muy personal. Y uno puede trabajar con dignidad hasta en las condiciones más insospechadas. Hay que ser más tolerante. A la televisión hay que darle menos importancia de la que se le da en muchas ocasiones. La tele es una anécdota y no es para tanto. Podríamos apagar mañana todas las televisiones del planeta y tampoco pasaría nada. Debemos preocuparnos por cosas muchísimo más importantes: hay bastantes problemas, injusticias y necesidades en este mundo.
P.- ¿Le han piropeado alguna vez?
R.- Sí, me han dicho que soy el George Clooney español. Aunque yo le doy muy poca trascendencia a ese asunto. No me siento nada del otro mundo. Soy poco coqueto y me interesa poco ese tema. El tener un físico más o menos favorecido en televisión ayuda, eso es evidente. Pero yo tampoco me veo nada del otro mundo. Nunca le he dado importancia ni se la voy a dar.
P.- ¿Qué sentirá Sara Carbonero presentando los informativos al lado de David Cantero?
R.- Lo mismo que yo. Sara es una chica bellísima y encantadora. La pobre tiene esta condición híper mediática, ahora mismo, por muchas circunstancias, entre ellas por tener a su novio futbolista Iker Casillas. Dos personas que están en la cresta mediática, pero son humildes y tranquilas. Estoy convencido de que Sara tiene una larguísima carrera por delante, más allá de su belleza o de su atractivo a través de las cámaras.
P.- En su faceta de escritor ¿qué nos quiere transmitir en las novelas?
R.- Yo escribo lo que puedo. Tengo la suerte de tener muchas ideas en la cabeza y de que esa pasión por escribir me acompañe siempre. Ahora estoy con una nueva novela, pero ya he publicado dos. Mis historias en los libros son dramáticas. Sin embargo, yo soy muy optimista.
TEST DE PEQUEÑAS CURIOSIDADES:
Un libro: “Crónicas Marcianas”, de Ray Bradbury.
Una película: “Deseando amar”, de Wong Kar-Wai.
Una virtud: la humildad.
Dos defectos: la impaciencia y, a veces, la ansiedad.
Si pudiera cambiar algo en su vida: Pues creo que nada, porque en el fondo somos
quienes somos gracias a lo que hemos vivido.
Lo más maravilloso que le ha podido pasar: mis hijos, sin la más mínima duda.
Una historia imborrable: la de mi padre.
Un camino por recorrer: el camino de la vida de mis hijos. Llegar a verles convertidos en buenos hombres y tener vida para eso. Estar ahí viendo que se valen por sí mismos.
Un cantante: Joan Manuel Serrat, fue muy importante para mí en mi juventud.
Un deportista: Rafa Nadal, a quien he conocido.
Un presentador de televisión: Sergio Sauca, que no sólo es uno de los mejores sino que además es una persona maravillosa.
Un torero: Espartaco.
Un color: El negro me gusta mucho.
Un viaje que le encantaría: he viajado mucho. Pero el próximo que me gustaría realizar sería en autocaravana por ahí, perdidos.
Una envidiosa corresponsalía: París o Londres.
Una religión: la de las buenas personas.
Un político: Julio Anguita.
Un filósofo: Lledó.
(Fotos de la entrevista realizadas por Isaac Villalba)
martes, 17 de mayo de 2011
Reconocimiento periodístico a Ángel Gómez Fuentes
El alcorino Juan Lozano, campeón autonómico en Sénior
Reparto de 'panets' en San Miguel de Villafranca


Llucena celebró a San Miguel con misa, procesión y comida de hermandad
El alcalde quiere revalidar la goleada 7 a 0 en Figueroles

Se casaron José Fores y Yoli Sidro

miércoles, 11 de mayo de 2011
Muere en Roma, el arzobispo emérito de Valencia: Agustín García-Gasco



Llucena venera a Sant Vicent con procesión y misa
Bautizo de Noa Martín, en el Grao de Castellón
'Els Pelegrins' de Les Useres, en camino




martes, 10 de mayo de 2011
Manolo Escobar y Juanito Navarro, Medallas de Oro al Mérito en el Trabajo
